Ingredientes
1 huevo
1 diente de ajo
200 ml de aceite de oliva 0,4º
1 cda de perefil fresco
Sal
Introducción
La mayonesa es la salsa de acompañamiento por excelencia, tanto para platos fríos como calientes. Es una salsa emulsionada fría elaborada principalmente a base de huevo entero y aceite vegetal batidos. De origen menorquín, generalmente se la sazona con sal, zumo de limón o vinagre. A dia de hoy se pueden elaborar mayonesas de muchos tipos diferentes, las hay inclusive sin huevo, veganas, de soja, etc.
Pero hoy toca hacer una mayonesa diferente, con un color sorprendente y un sabor muy especial que encantará a pequeños y grandes, y que puedes utilizar para acompañar infinidadde platos diferentes.
Preparación
A continuación vamos a coger el vaso para la batidora y en el mismo echamos el aceite y el huevo, que tendremos siempre a temperatura ambiente unos minutos antes de ponernos a preparar la receta, para que esté a una temperatura similar al aceite y liguen bien al batirlos.
Agregamos una pizca de sal al gusto y un buen chorreón de zumo de limón recién exprimido, que podemos sustituir por un poco de vinagre, que empleamos para eliminar cualquier posible bacteria que hubiera.
Con todos esos ingredientes en el vaso, metemos la batidora hasta el fondo y empezamos a batir lentamente, a poca velocidad y sin mover la batidora. Veremos cómo empieza a emulsionar el huevo con el aceite y empieza a compactar la mezcla poco a poco, volviéndose blanquecina. Una vez que esté más espesa y casi emulsionada por completo, subimos y bajamos el brazo de la batidora lentamente, sin dejar de batir a la misma velocidad.
Cuando tengamos la mayonesa básica bien hecha, con el espesor deseado, echamos las hojas de perejil bien escurridas y además el ajo bien pelado, y de nuevo batimos a velocidad baja para que se repartan estos nuevos ingredientes por toda la mayonesa, de forma que nos quede bien homogénea y sin trozos grandes. Cuando esté bien hecha habrá tomado un tono verdoso manteniendo una buena textura, entonces ya podemos servirla o bien guardarla en el frigorífico en un envase cerrado. Debemos comerla antes de unas 48 horas como máximo.